JOSTINA
Jostina es el nombre que me he puesto como “marca” para que se identifique mi trabajo en este mundo en el que me he metido de venta de “complementos”. Este nombre se le ocurrió a una gran amiga que tiene su propio blog, se llama Pitximoi y en él podréis encontrar todas las maravillosas acuarelas que hace. Ha conseguido un estilo propio y a mí me encanta.
Un día me enseñó un dibujo que hizo pensando en mí, me encantó y me emocioné mucho, no dudé ni un minuto y lo puse como cabecera de mi blog.
Le comente que a esa niña con las coletitas había que ponerle un nombre… estuvimos pensando y pensando, se nos ocurrieron un montón de ideas, pero cuando dijo “JOSTINA” no lo dudamos ni un segundo, ese era el nombre. Jostina es como una juego de palabras, en euskera costurera significa Jostuna, y al cambiar la u por la i hizo que el nombre pareciera el de una mujer… o una niña…
De ahí nació Jostina.
Jostina es una niña alegré, traviesilla y un poco desastre, porque por mucho que su madre le pone las coletas en su sitio todas las mañanas, siempre se le caen, y se pasa el día tirando de ellas.
Le gusta investigar, ir de aventuras con la lupa mágica que le regaló su abuela, todo se ve más grande y más interesante…
Y aunque es un pelín traviesilla, ayuda en casa siempre que puede, recogiendo la ropa por ejemplo… Tiene un perrito que le acompaña a todas partes.
Su hermanito es muy pequeño todavía y no se puede jugar a nada con él, además está en brazos de mama todo el día. Lo único que hace es estorbarle, allí donde está ella siempre aparece gateando… “será pesado!!!…”
Tiene una imaginación desbordante. Aunque todavía no sabe leer, le gusta observar los dibujos de los cuentos de casa e imaginarse historias. La princesa que se casa con el príncipe, la ratita con el lazo en la cabeza, un gigante, un dragón… todos juntos entran en la cabeza de Jostina y crean un mundo imaginario infinito. Se puede pasar horas delante de un cuento.
Pero si hay algo que le gusta a Jostina en el mundo más que otra cosa, es coser. Un día su abuela le enseñó a manejar al aguja, y aunque se ha pinchado muchas veces y se equivoque muy a menudo, no le importa, porque le apasiona la costura. Los días de lluvia en invierno, se sienta en la colcha que le hizo su abuela, junto a su perrito y cose sin parar…
Algún día Jostina crecerá y se hará una mujer hecha y derecha. Ya no podrá tirarse por el suelo con su lupa, y las coletas desaparecerán, pero la costura la acompañará para siempre.
Comentarios
Un besazo y hasta muy prontito!!!
Gracias mil por la historia de mi amiga Jostina, os deseo mucha suerte a las dos en la aventura de los complementos. bsss feliz finde.
Beso enorme!