DOS MANTAS PARA DOS MELLIZOS - Patchwork

El 19 de Diciembre, poco antes de que llegara el invierno, nacieron Ane y Julen. Son dos hermanos mellizos, hijos de Leire, una de mis mejores amigas, una amiga de esas de siempre, de esas que aunque pases semanas sin verla en cuanto la ves es como si no hubiera pasado ni un día.

Normalmente cuando he hecho algún regalo a un bebe recién nacido se lo he dado poco antes de nacer o como mucho nada más nacer. El nacimiento de Ane y Julen coincidió con la feria de navidad, y hasta que terminó y no me pude poner ni a pensar qué hacer.

Para cuando por fin se me ocurrió la idea no tenía tela, tuve que esperar otras dos semanas, y hoy por fin se lo podré dar… más vale tarde que nunca. Este es el proyecto, dos matas polares tuneadas con historia.

Un mediodía de mucho sol paseando con Kiñu (mi perro) me fijé en un árbol, era finales de invierno y ya estaba desnudo, sus hojas revoloteaban a su alrededor por el viento, pero ya no lo cubrían como lo habían hecho hasta entonces. Me gustó aquel árbol, por su fragilidad, porque parecía sentirse solo, porque parecía anhelar la primavera (como yo).

Pensé que a Ane y Julen les había tocado nacer en esa época, en la época en el que la naturales está desnuda, hace frío y comienza el largo invierno. Entonces decidí reflejar ese momento en mi proyecto. Y qué mejor protagonista que aquel árbol desnudo. Rodeado de ovejas, un símbolo de los campos de Euskal Herria.

Pensé en ellos, mellizos, totalmente distinto pero unidos por haber nacido el mismo día. Celebrar juntos los cumpleaños, pelear por la atención de sus padres, compartir amigos, compartir casi todo… Decidí reflejar esa unión mediante el árbol, un punto de encuentro, algo que los iba a unir para el resto de su vida. Pero al mismo tiempo cada uno es distinto, Ane niña, Julen niño…

Ane es inquieta y pequeñita.

Julen están tranquilo hasta que le entra el hambre y se enfada, después se traga el biberón en medio minuto y a dormir.

Totalmente distintos. Por eso he querido hacer dos mantas casi simétricas, pero sin serlo del todo. Cada uno tendrá su mantita, podrá utilizarlo por separado, pero ese árbol en la esquina recordará que falta algo, que falta una mitad que les acompañará el resto de sus vidas.

Hoy mismo les voy a dar este regalo a Leire y los niños, espero que les guste, me lo he pasado muy bien cosiendo estas piezas de lana y más sabiendo que era un regalo para ellos. Muxu bat!!!

Disfrutar del fin de semana, yo por mi parte lo voy a intentar!!